Una ruta de aprendizaje o itinerario de aprendizaje es un plan estructurado para ayudar a una persona a adquirir un conocimiento o habilidad específica. A diferencia de un curso online, una ruta de aprendizaje es el resultado de la conjunción de diferentes elementos más específicos que, combinados entre sí, dan un sentido más elevado al conocimiento adquirido. Es decir, se puede traducir como la suma de diferentes micro-especializaciones.
Uno de los aspectos por los que las rutas de aprendizaje están ganando valor es porque permiten ver a cada participante el punto de origen y a dónde se espera que llegue, haciéndole consciente de su progresión.
Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de planificar una ruta de aprendizaje:
- Identifica el objetivo de aprendizaje. ¿Cuál es el conocimiento específico a mejorar? ¿Qué nivel de competencia se va a adquirir? Establece un módulo o curso por cada meta a cumplir.
- Analiza el público al que se dirige. Adapta el objetivo, la estructura del itinerario y los contenidos incluidos en él para conseguir el mayor impacto y conectar con el participante.
- Organiza la ruta de aprendizaje: Visualiza el itinerario como una red de contenidos variados que se conectan entre sí para estructurar un aprendizaje. Una buena plataforma de formación debe permitir enlazar estos contenidos de forma muy sencilla.
- Mide el progreso. Utiliza herramientas de evaluación (tareas, encuestas, tests…) para medir el progreso de tus empleados y saber si algo falla, de forma que puedas hacer ajustes en el contenido o en el enfoque de la ruta de aprendizaje si es necesario.
- Brinda retroalimentación. Da feedback a los participantes sobre su progreso y ayúdales a comprender cómo se relaciona lo que están aprendiendo con su trabajo.
- Incluye contenido variado: Además de SCORMs, apóyate en vídeos, ejercicios prácticos, lecturas para variar el tipo de aprendizaje y hacerlo más atractivo.
Asimismo, uno de los puntos más destacados de las rutas de aprendizaje es que dan la posibilidad al participante de aprender «descubriendo» por su cuenta los contenidos incluidos, otorgándole autonomía en su formación, aunque es cierto que, para contenidos más complicados, es recomendable plantear una navegación condicionada, puesto que permite un aprendizaje más orientado en el que se asegura la adquisición del conocimiento necesaria para avanzar al siguiente paso.