Cristina Cuesta
Desde hace unos meses el metaverso ha cobrado un especial protagonismo en diversos círculos tecnológicos, empresariales y sociales, debido sobre todo al anuncio de Mark Zuckerberg de su intención de transformar Facebook en Meta, una «compañía metaversal» bajo la premisa de transformar el actual internet móvil en un espacio virtual en el que no solamente visualices el contenido, sino que te encuentres inmerso en él.
Y es que todo apunta a que este será el próximo gran paso que va a suponer una verdadera revolución en la forma en que utilizaremos Internet en el futuro.
Pero, ¿qué es el metaverso?
Concebimos el metaverso como un universo virtual, paralelo a la realidad y completamente funcional. Es decir, que servirá para poder hacer lo mismo que hacemos en el mundo real pero sin necesidad de tener que encontrarnos presencialmente donde estemos interactuando.
Entre sus características podemos señalar que será un espacio totalmente inmersivo, multisensorial y persistente que difumine los límites entre el mundo físico y el digital, tanto en los espacios como en lo referente a las propias acciones que se puedan realizar en ellos. Y, por supuesto, todo lo que allí ocurra deberá experimentarse de manera sincronizada por todos sus usuarios.
Las principales ventajas del metaverso serán el aumento, tanto en cantidad como en calidad, de las relaciones entre las personas, la posibilidad de vivir experiencias completamente personalizadas que en el mundo físico no serían posibles, la mejora de la economía a nivel global y la sostenibilidad.
La llegada del metaverso se considera un cambio no solamente tecnológico, sino también sociológico. Las repercusiones que tendrá en nuestras vidas afectarán a prácticamente todos los ámbitos que requieran de una interacción entre personas, como pueden ser, por ejemplo, el ámbito económico, el comercial, el del entretenimiento y, cómo no, el de la formación.
¿De qué se compone el metaverso?
Para poder acceder a este nuevo universo digital, deberemos hacerlo a través de las tecnologías de realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA), y realidad mixta (RM). Además, las interfaces cerebro-ordenador (BCI) y la inteligencia artificial (IA) serán también tecnologías clave para la optimización de la experiencia metaversal.
La realidad virtual es un entorno audiovisual creado digitalmente en el que los usuarios pueden involucrarse y sentir o simular que se encuentran en el mundo real. Se apoya sobre todo en el uso de gafas de realidad virtual y auriculares.
La realidad aumentada consiste en proyectar imágenes en un entorno real, donde los objetos proyectados interactúan con el medio. Aquí es la tecnología holográfica en 3D la que juega un papel fundamental, abarcando diversas modalidades sensoriales como la visual y la auditiva.
Y, por último, la realidad mixta es una mezcla de las dos anteriores, consistente en unir ambos conceptos para permitirnos, por ejemplo, interactuar con objetos reales dentro de un mundo virtual.
Si aunamos todas estas tecnologías, podemos decir que el metaverso será la integración de todos los mundos virtuales o aumentados que lleguen a existir, y la interconexión entre ellos y nuestra realidad física a través del internet de las cosas.
¿Cómo afectará el metaverso al e-learning?
El e-learning se caracteriza por la aplicación de la tecnología en el aprendizaje. Por tanto, podemos inferir que un avance tecnológico tan importante para nuestra realidad como lo será el metaverso, va a suponer una gran revolución también a nivel educativo.
La llegada de la pandemia ha supuesto un importante cambio de paradigma en todos los ámbitos de la formación, rompiendo la presencialidad y poniendo de manifiesto la necesidad de utilizar la tecnología para desarrollar procesos educativos de calidad y adaptados a las necesidades de cualquier persona que se encuentre inmersa en un proceso de aprendizaje.
Son muchas las ventajas que el metaverso puede aportar al e-learning, así que intentaremos resumir mencionando a continuación las que consideramos más importantes, aunque no son las únicas.
En primer lugar, al ser el metaverso un entorno inmersivo, interactivo y personalizado también pueden serlo las prácticas educativas que tenga lugar en él, pudiendo tener lugar experiencias más atrayentes y de mayor impacto en los individuos. Aquí es donde la gamificación cobrará una especial importancia y disfrutará de importantes avances, ya que se podrán llevar a cabo juegos con finalidad educativa que no habían sido posibles hasta este momento.
La existencia de objetos tridimensionales en este universo permite que la interacción con ellos sea más realista, posibilitando la exploración de los espacios desde su interior, y facilitando la introducción de nuevos conceptos por complejos que éstos sean.
Además, esta relación con el espacio que le rodea, la exploración y el descubrimiento de nuevas ideas y conocimientos por cuenta del propio usuario le permitirá una mejor contextualización e integración en su bagaje intelectual previo.
Será también posible el aprendizaje en contextos realistas, ya sean situacionales, espaciales o personales, a los que el usuario no podría tener acceso en el mundo real en ese momento. Por ejemplo, se podrían visitar otros países y otras épocas, realizar prácticas sin miedo al error mejorando así la autoconfianza, o beneficiarse del aprendizaje colaborativo con personas relevantes para el avance en el recorrido educativo del individuo.
Herramientas del e-learning que se beneficiarán del metaverso
El metaverso facilitará la integración de las prácticas en entornos virtuales que conformen la experiencia educativa de las personas, haciendo especial hincapié en aquellas que supongan la implicación de los individuos en su propio aprendizaje o en el de los demás.
Algunas de las herramientas de aprendizaje inmersivo que se verán beneficiadas con la llegada del metaverso son la realidad virtual aumentada y las simulaciones, que se irán alejando del video convencional para avanzar hacia virtualizaciones cada vez más realistas. Estas herramientas, junto con otras como la inteligencia artificial, permitirán además una mayor personalización de los contenidos adaptándolos a cada usuario, y también un mejor control a la hora de realizar evaluaciones y seguimientos.
Igualmente, la gamificación aumentará el compromiso de los individuos con sus procesos de aprendizaje, haciéndolos más atrayentes. Las estrategias de aprendizaje interactivo supondrán un reto para los desarrolladores de estos juegos, que deberán aprovechar al máximo las posibilidades del aprendizaje basado en escenarios.
También el aprendizaje social, ahora sustentado por la relación entre individuos a través de los LMS y las redes sociales, se verá potenciado por las posibilidades de interacción dentro del metaverso.
En resumen, las tecnologías que formarán parte del metaverso permitirán crear infinidad de actividades de diversos tipos, permitiendo que tengan lugar experiencias significativas que supongan una auténtica personalización del aprendizaje, fomentando algo tan importante como el aprendizaje experiencial, del que ya hemos hablado anteriormente en el blog.
Los desafíos del metaverso en la formación
Aunque hoy en día las aplicaciones educativas y el aprendizaje en línea se encuentran a un nivel muy superior al de hace una década, el anuncio de la llegada del multiverso hace necesario invertir aún más en la mejora de las tecnologías educativas.
Los que nos dedicamos a la formación creemos en el potencial que tiene el metaverso para impulsar un aprendizaje más activo, colaborativo y atractivo, y esto se basa nada menos que en el uso de las tecnologías que acabamos de mencionar.
Estas tecnologías, a día de hoy, aún son bastante costosas, y pueden suponer un motivo de exclusión para todo aquel que no pueda tener acceso a ellas, ya sean formadores o alumnos.
Además, para poder trabajar con ellas y utilizarlas para desarrollar todos aquellos elementos educativos que se puedan idear, requieren de una formación específica para los profesionales que van a ser los responsables de su uso.
Desde el punto de vista del alumno, además de la autonomía para su utilización requerirán también de una posición activa respecto del propio aprendizaje, que deberá luego saber trasladar al mundo real para una aplicación práctica de lo aprendido en el espacio virtual. Un mundo real, por otra parte, cada vez más globalizado y, por tanto, más competitivo y exigente.
El futuro de la formación en el metaverso
Es de esperar que, en los próximos años, el metaverso vaya adquiriendo un uso cada vez más generalizado, fomentando experiencias en común entre los individuos de todo el mundo.
Como aún seguimos arrastrando la costumbre de impartir y recibir formación en espacios comunes, especialmente de manera presencial, es muy posible que los comienzos de los espacios educativos en el metaverso recreen aulas o centros de reunión donde los avatares que nos representen puedan juntarse y compartir las mismas experiencias.
Pero gradualmente esta práctica debería irse perdiendo en favor de una formación más personalizada, escogida y desarrollada por el propio individuo en función de sus intereses y sus capacidades particulares.
En cualquier caso, el metaverso plantea tantas posibilidades tanto con las tecnologías actuales como con las que están por llegar, que es imposible imaginar hasta dónde va a alcanzar su capacidad educativa.
Actualmente nos encontramos en una etapa de exploración de todas estas posibilidades, pero si finalmente el metaverso alcanza el desarrollo del que hablan los expertos en tecnología, es fácil aventurar que el e-learning dentro del metaverso llegará a ser la principal modalidad educativa en un futuro quizá no tan lejano.
¿Qué reflexión podemos hacer sobre el metaverso aplicado al e-learning?
Si aceptamos que el metaverso es el futuro de internet y va a suponer un cambio radical que afecte a casi todos los ámbitos de nuestras vidas, el de la formación no va a quedarse fuera.
El e-learning ya ha sufrido un importante impulso en los últimos años con la llegada de las tecnologías móviles y el desarrollo de herramientas online para facilitar un aprendizaje capaz de superar muchas de las barreras físicas que lo limitaban.
Ahora, la llegada del metaverso puede beneficiar en gran medida al e-learning capacitando el aprendizaje experiencial que ya es capaz de ofrecer con actividades inmersivas más realistas, más atractivas y, sobre todo, más relevantes para los individuos.
Aunque esta inmersión en el metaverso suceda de forma gradual, y pese a que no podemos prever qué nuevas tecnologías desarrollaremos ni lo que nos deparará el futuro, estamos seguros de que va a ser emocionante ir descubriendo hasta dónde podemos llegar con cada paso que vayamos avanzando.
